Ser juzgado, señalado, es tan
fácil. Ser el blanco de un puñado de expertos que tiran a matar es
doloroso, pero más doloroso aún, es ser el blanco de alguien que en su vida ha
logrado tener el pulso suficiente como para colocar una pelota en el basket
ball. Esta curiosa analogía surge cuando
he sido criticado miles de veces por decir abiertamente, que soy poco para
escuchar música trova. Me juzgan cuando
digo que para mi eso no es poesía musicalizada,
para mi, poesía musicalizada son ruidos caóticos y visuales tipo rave
que sirven de fondo para la poesía. He
sido testigo pocas veces de este tipo de performance, pero cuando los he
vivido, los he experimentado con todo.
Quizás el ruido es el soporte y la poesía el ruido de fondo, la verdad
es que es una posibilidad al menos para mí. Hace quince días aproximadamente me di a la
tarea de refugiarme una vez más en la gigante biblioteca central de la
USAC. Ya
lo tenía más que decidido, el libro a devorar no sería otro que (Ruido de
fondo, de Javier Payeras).
La historia no es tan compleja, Payeras
nos muestra la vida de un escritor a mitad de los años noventa en Guatemala, de
cómo tiene que ganarse la vida poco a
poco ya que ha decidido independizarse, dejando el hogar de unos padres de
clase social arriba del promedio. Cambia
de universidad e ingresa a la San Carlos ,
nos relata sus primeros días como reportero en un medio de comunicación, a
manera de flashback nos deja ver que el narrador fue y sigue siendo una joya,
vendedor de drogas en el colegió, además
de mencionar que se metía con la madre de más de algún amigo en una roja
oportunidad.
La parte más entrañable de esta novela,
es sin duda las referencias que va dejando a lo largo de los capítulos, lugares
emblemáticos de la zona 1. Recuerdo algún café, uno que otro bar. Menciones de bandas de rock guatemalteco y
toda la movida que esto llego a representar en nuestro país.
Luchar un día y conformarse con poco
otro día. Así van pasando los meses, el dinero se acaba, el hambre va
creciendo, las aventuras sexuales y sus romances también son enmarcados en la
vida de este escritor. He conocido a
Payeras principalmente por su poesía, en cuanto a su narrativa es realmente
poco lo que he llevado de el a cuestas. Su otra novela corta, Afuera, me conmovió.
Su libro de historias, (…) y once
relatos breves me pareció crudísima pero necesaria para entender su visión
bastante bizarra mezclando elementos underground y new pop, si es que esas
categorías existen en el infinito mundo de etiquetas que la critica vulgarmente
ha inventado a lo largo de décadas.
La razón por la que decide ir a leer
Ruido de Fondo a la Usac ,
es simple, en ese mismo recinto, fue
donde tuve el placer de leer, Afuera.
Hace poco me entere de que Ruido de
fondo, es la primera parte de una trilogía, así que me esperan dos visitas más
a la biblioteca. En el completo silencio
de miles de jóvenes, que así como el narrador de esta historia un día luchamos
y al otro nos conformamos, llenos de música en nuestros reproductores
alejándonos del Ruido de Fondo en una inmensa ciudad.
Puntuación: 9 de 10