(
Espacio ) / (Cero)
He
podido ser testigo de un cambio radical en la escena musical de nuestro país.
Cada vez son más los artistas que
deciden inclinarse por una tendencia más experimental acercándose al denominado
arte sonoro, disciplina que parece tomar las bases de los lenguajes musicales para romperlos, reorganizarlos y darles vida
en medio de silencios, tiempos y ruidos
producidos por maquinas programadas en secuencias, computadoras, guitarras
alteradas con filtros de efectos y distorsiones. Una compleja búsqueda por
encontrar en los ritmos, respuestas existenciales a una vida compleja en una
Guatemala sumamente enigmática.
Muchas
de estas bandas se desenvuelven en el medio más under del país, buscan dar
seguimiento a lo planteado por músicos de los años noventa, quienes daban a las letras de los temas, un
perfil poético, enredado en versos y metáforas sumamente cargadas de
sentimientos prófugos y delirantes. En
lo personal considero a este estilo, la verdadera poesía musicalizada y no como
nos lo han querido hacer ver por décadas, dando esta etiqueta a algo más
parecido a la trova. Para mí criterio,
poesía musicalizada es sin duda otro nivel,
una plataforma cuya estructura depende de la transformación de la
palabra misma, sometiéndola a la
destrucción y la renovación de los sonidos provenientes del lado más oscuro de
la tecnología, para luego renacer en un vital desahogo de las intenciones más
esenciales del ser humano, la expresión.
Producto
de mis constantes investigaciones, me he topado con algunas bandas a las que
puedo llamar poesía musicalizada. (Pájaro
Jaguar a cargo de David Marín,
Poecléctica a cargo de Pablo Bromo y la base de este post INTROÁCIDO a
cargo de Emilio Enrique Rodríguez.
Introácido,
es un puente, que sirve como punto de conexión entre la palabra escrita y
diversas disciplinas artísticas que su creador, Enrique Rodríguez ha sabido
cultivar por varios años, música,
audiovisuales y performance. Honestamente nunca he asistido a una presentación
en vivo de dicho proyecto, pero he estado al tanto de sus propuestas a través
de Internet. Esta banda tiene a la fecha
dos propuestas concretas una es el disco en formato Ep, Espació, publicado en 2012. Y Cero el cual es
un libro/track/vídeo, publicado en 2015.
Espacio
Con
solo ver la portada, podemos deducir que lo que viene es un viaje oscuro, un viaje por senderos
plegados de miedos, reflexiones, anhelos personales y colectivos, desde un
espacio latente, desde un espacio que exige extenderse a los lugares más
desolados de la conciencia. Un buen
planteamiento lírico en cada track. Pero ahora viene la parte quizás más
difícil al momento de dar mi veredicto final,
pues no quiero ser mal interpretado, ni verme como un critico que se
contradice a si mismo. Espacio se me
hace una obra vital, dentro de la nueva ola de música nacional, este EP
funciona como una obra que busca expandirse a más terrenos, a otros formatos,
de hecho los videos que acompañan cada
track, los cuales pueden verse en el canal de youtube de la banda, terminan de
cerrar un circulo planteado de manera correcta estéticamente, pero considero que los continuos loops
sonoros de cada tema desgastan la propuesta,
por un momento el viaje es interesante e hipnótico, pero luego de un
rato, se torna difícil de escuchar.
Espero poder trasmitirles mi opinión en cuanto tenga la oportunidad de
ver en vivo a tan interesante banda, de momento solo puedo motivar a mis
lectores a que busquen la propuesta de Espacio, la cual también se encuentra
completa en el canal de youtube de la banda.
Espacio:
7.5 de
10.
Cero
Proviene
de uno de los proyectos más antiguos y ambiciosos de Enrique, Nada Editores. El cual plantea a través de un colectivo el
uso continuo de Internet como medio principal para dar a conocer propuestas
editoriales de autores emergentes que buscan un espacio para pronunciarse sin
tener como meta especifica publicar en físico, aunque algunas obras si han llegado a conocer
dicho formato, es en esta oportunidad que Nada Editores funciona como la plataforma por medio de la cual,
Enrique/Introácido, nos presenta un extenso poema, acompañado de un mapa
ilustrado por otro artista cuyo seudónimo es Uip. Cero me gusta por ser más abstracto, por
hacernos pensar e investigar en cada párrafo una pista y un lugar a donde
llegar en medio de este laberinto. Cero también es acompañado de un
audiovisual, el cual sigue una misma línea trazada en el proyecto anteriormente
mencionado, Espacio. Los visuales son
fragmentos de películas de la etapa del cine mudo, particularmente el de
ciencia ficción y terror.
Cero:
9 de 10.